


Estaba yo sentada en frente a mi escritorio, con mi bonnet puesto, mis lentes, mi celular a un lado y una libreta donde tengo datos importantes, como las contraseñas de todas las páginas web de mi interés (Don't leave everything to your mind).
Aunque en mi cabeza rondaban varias ideas, no podía aterrizar una sola de ellas. LLevo varios días así por lo que mi cuerpo ya mostraba algo de desesperación por la inacción híbrida; la llamo de esa manera porque mi mente va a millón por hora mientras mi cuerpo está haciendo burbujas de jabón en total calma.
Eso me recordó a esta chica en Tik tok que publicó algo acerca del writer´s block. Fue gracioso verlo porque me identifiqué inmediatamente.
Mientras veía un par de videos en la otra red social, ví uno que me llamó la atención. Entrevistaban a alguien. El tema era el estoicismo. Un amigo, de los tres con los que tengo contacto últimamente, tiene mucho interés en este tema y naturalmente le mandé ese video. Al saludarlo de forma graciosa, él me respondió con un mensaje de voz, y ahí empezó todo.

No, en realidad ya todo había empezado, antes de escuchar su nota de voz. En ésta sonaba, a mi parecer, muy masculino macho alfa, lomo plateado, barca de leñador, abdominales de espartano, piernas de gladiador; su voz era grave, profunda, encantadora, cautivante, fascinante.
Yo le respondí con una nota de voz también, advirtiendo ese detalle en la suya, lo grave y profunda que sonaba. Su respuesta fue que al hablar bajito y con poco esfuerzo suena así. Claro que conozco su voz, si tenemos una amistad de años, muchos años, pero en definitiva la voz tiene ciertos matices, cierto ritmo y entonación (como la voz de recién levantados que suena diferente).
El hizo un comentario acerca de mi voz, al escuchar la nota con la que correspondí su mensaje. Escribió que sonaba enérgica, con fuerza. Le respondí que eso me parecía raro, para mi sonaba igual que siempre pero luego me tomé un par de segundos para reflexionar eso. Me di cuenta que si andaba un poco "enérgica", más de la cuenta.
Como ya mencioné, le dije que me parecía raro, que tal vez no, que eso era una de los enigmas de la vida. su reacción fue jocosa y relajada seguida de un "debe ser". Yo insistí en la rareza de su percepción hacia mi voz y luego dije "todo es un misterio".
Justo en ese momento recordé aquella canción que sonó fuertemente en 1998, cuyo artista posee una voz profunda, masculina, cautivante. "Todo es un misterio" de Francisco Céspedes, una bella y romántica canción cuyo ingrediente principal es la fuerza de la voz del intérprete.
Fui rápido a youtube y la busqué. Empecé a escuchar y le mandé el link a mi amigo, quien también recordó la canción cuando yo dije que me había acordado. En verdad tenía años de no saber nada de esa bella música, muchos años y me emocioné tanto o más como aquellos tiempos en que sonó fuerte en la emisora.
En ese momento, le di las gracias a mi amigo porque justo ahí surgió la idea de escribir esta entrada. Justo ahí se cerró el círculo. Todo empezó como terminó; por un tema de una voz grave y vibrante, pasando por un recuerdo musical, una referencia a la energía y luego de nuevo a la voz.
No le compartí mi idea, claro, así que ahora el quiere jugar al misterio conmigo. Le di un reto a ver si lo logra, y que gane el mejor.
¿Te das cuenta como el cerebro hace estas cosas, conecta idea, trae ideas al consciente y enlaza todo? Es fascinante.
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